martes, 15 de junio de 2010

Broke Heart

Bueno,luego de tener muchos problemas para subir mi fic al fin puedo :), espero que lo disfruten y solo pido comentarios al respecto








Introducción








By Bill Kaulitz:



Las lágrimas de amor y sufrimiento son cosas que solo la vida nos tiene preparado,tomando en cuenta que una pérdida ya significa una estocada al corazón. Yo sufrí dos pérdidas en menos de 10 años ¿Creerías que un ser humano podría sobrevivir a semejantes cosas? Yo me pregunto ¿Con qué cara vine a evitar dolor?
La primera pérdida fue como perder un cuarto de mi temperamento, y en el segundo lo perdí todo.
Dicen que un dolor duele mas que otro. Y para ser sincero,tan solo recordar ciertas cosas sobre la relación entre mi hermano y yo es como afirmar: 'Para ti si existe la agresión'
Forzado a vivir con una desgracia,rechazado por la gente,ex amado de Tom. Un odio que no se sabe si volverá al amor.








Capitulo 1

El reloj marcaba las 8 de la noche, daba así la hora de salida de varios doctores en el hospital de Magdeburg, a la vez, dando la entrada a los médicos de turno.
Algunas familias, pacientes y visitantes del sitio ya marchaban felices a sus casas, otros no. Entre ellos los gemelos Bill y Tom en compañía de su padrastro, abuela y amigos de su madre.
La causa de su estadía en el silencioso lugar era por las última horas que vivía su madre antes de decir ‘Adiós’

Simone luchó por varios años contra un cáncer hepático, que la mantuvo varias veces internada y decaída.
Sus hijos Bill y Tom, no cumplían aún la mayoría de edad al saber que la mujer que ha hecho de sus vidas un mundo mejor se les estaba yendo de las manos de un día para el otro. Solo tienen 14 años recién cumplidos.
La vida de ambos menores no sería fácil sin ella, eso lo tenían claro desde el diagnóstico de la enfermedad que ya estaba muy avanzada.
Simone se caracterizaba por ser una madre muy activa, dedicada a su familia y al trabajo. Siempre que tenía tiempo libre estaba con sus pequeños para darles todo el cariño que una madre podría darle a un hijo. Hasta que la enfermedad la deterioró.


Afuera de la habitación 560 estaban todos los cercanos de Simone, al lado estaban unas sillas en donde se ubicaba Bill al lado de la puerta y Tom le acompañaba para calmar su dolor.
Él que más sufría por la pérdida era Bill, el gemelo menor. Por ser el mas pequeño siempre estuvo bajo la protección de Simone, cuidando que nadie le hiciera daño, pero ahora ¿quién sería la persona encargada de hacerle los mismos cuidados que le hacía su madre?
Tom en cambio, el mayor de los hermanos, él es un poco mas fuerte a situaciones difíciles. Su corazón es duro como una roca y de un carácter fuerte. Todo lo contrario de Bill

-¿Cuánto tiempo le queda de vida a mamá?-sollozaba el menor
-No mucho Bill, no mucho
-No quiero que mamá se vaya Tomi-soltaba una lágrima de sus almendrados ojos claros como la miel
-Bill, se fuerte por mamá. Ella estará en un mundo mejor-le abraza delicadamente mientras que Bill ponía su cabeza en el hombro de su gemelo, escondiendo su rostro.
No puedo Tomi, no puedo.

Durante el silencio nocturno del hospital. Solo se escuchaban los murmullos del pasillo. Parecía el día perfecto de una muerte planeada. Solo cercanos y la alma a punto de irse.
Cuando sale uno de los doctores que atendía a Simone. Un hombre de unos 40 años, de ojos azules casi transparentes y un serio rostro

-Doctor ¿cómo se encuentra mi hija?-preguntaba con desesperación la madre de Simone, abuela de los gemelos
-Doctor ¿está muy decaída?-preguntaba Gordon, su padrastro
-Tranquilos-respondió tajante el médico-Simone aún está para recibir visitas, pero deben pasar en grupos reducidos. No todos a la vez-los presentes se miraban unos con otros. Bastaba observar que sus miradas se preguntaban qué hacer con respecto a la decisión del médico.-Les propongo que pasen primero los adultos y al final los niños
-De acuerdo-asintió Gordon.

Bill y Tom no comprendían por qué los dejarían al final, sabiendo que ellos como hijos biológicos debían estar primero con ella.
La inquietud de Bill era mucho mayor que la de Tom, por ello, corrió hacia el médico que estaba esperando el elevador

-Disculpe doctor-preguntó educadamente Bill-¿por qué tendré que ver a mi madre al final?
-Los hijos de los pacientes siempre se quedan hasta el final y ustedes no iban a querer irse hasta no ver a su madre muerta-el elevador llegó y el hombre entró sin decir nada más.

Las visitas pasaban rápido, no estaban mas de 15 minutos con la enferma.
Al salir Gordon de la habitación, ya no tenía la misma expresión que la de antes de ingresar a la habitación. Se veía decaído y con mucha tristeza

-Niños-le dio una suave palmada en el hombro de Bill-vayan a ver a su madre
-Bien-Bill se paró e ingresó con un mejor ánimo, Tom le seguía como guardaespaldas, pero Gordon le toma el brazo y lo detiene
-Tom-le observa con frialdad-Sé fuerte y cuida a tu hermano, Bill no soportará ver a Simone en el estado en que la vimos-el de rastas solo le devolvió la mirada fría y siguió su camino.

Bill daba pasos lentos, no sabía si ver a su madre o no. Hasta que sintió la mano de Tom en su hombro derecho, eso le alivió un poco la tensión-
Al mirar a su madre, Bill no pudo contener sus lágrimas. La mujer estaba hecha huesos y con muy poca cabellera, el rostro de la mujer parecía ido.

-¡Mamá!-exclamaron los niños, aferrándose a Simone
-Dime algo ¡te lo ruego!-explotó Tom
-Mis niños-la mujer abrió un poco sus ojos y sonrío algo-estoy agradecida del mundo por tener unos niños así. No saben cuánto puedo quererles
-Mamá, dime que no te vas a ir lejos de nosotros-luego de las palabras de Bill hubo un silencio en la sala
-Hijo, quiero que me escuches atentamente, acércate-el pequeño paso que dio Bill valió para que Simone tomase su mano con la poca fuerza que le quedaba-mi pequeño, si me voy no será lejos. Soy su madre, y una madre nunca abandona a sus hijos. Puedo irme en cuerpo pero no en alma-Simone estaba muy decaída, de un instante a otro cerraba los ojos pero luego los volvía a abrir. Aún luchaba por mantenerse despierta antes de morir.
-¡Mamita no te vayas!-desesperado Bill
-¡Mami te necesito!-exclamaba Tom con los ojos húmedos
-Mis niños...-la mujer ya estaba apunto de irse-quiero que me escuchen atentamente-ambos hermanos ya tenían los ojos preparados para el llanto-Los amo con todo mi corazón, son lo más importante para mí ¿qué hubiese sido de mi sin su llegada al mundo? Cambiaron cada rincón de mi vida de una forma impresionante y sobretodo de una manera hermosa.
Bill-Simone toma la mano del menor-Hijito,no llores mas de lo que debes ¿si? Mamá no estará feliz si es que te ve tan triste. Puedo no estar aquí, pero siempre te voy a seguir. Eres mi pequeño y lo sabes. Mami nunca dejará solo al más pequeño y al que más necesita-con la poca fuerza que tenía, ella tomó su cara y acercó la mejilla del pelinegro a sus labios-Te quiero pequeño
-Mamá-sollozó Tom-yo...
-Ven aquí Tomi-tomó la mano del mayor-mi gran niñito, mi pequeño hombre, no sabes como aprecio esa capacidad de defender a tu hermano sin importarte nada, de poder escucharnos siempre,valiente hasta el final, oírte a ti mismo. Hijo, quiero que sigas siendo así, cualquier persona daría la vida por tener esas capacidades. Nunca dejes de ser esa persona. Ya te lo he dicho, cuando seas mas grande serás un gran hombre y todos te van a admirar por eso.-al oír las hermosas palabras de su madre el chico no pudo contener sus lágrimas y el deseo de abrazar su frágil cuerpo
-¡Ay mamita!-volvió a sollozar-Te quiero
-Hijos míos ¿me pueden prometer algo?
-Lo que sea mamá-respondieron al mismo tiempo
-T...Tomi, quiero que...-a Simone ya se le iba el alma-protejas a tu hermano, que le des todo tu cariño, no...permitas que otros le hagan daño. Él necesita mucho de ti-Tom volvió a tomar la mano de ella y Bill se puso al lado de él, abrazándo sus hombros con su brazo-Y a ti Billy, no olvides quien eres,de donde provienes, siempre con la frente en alto, no permitas que el dolor postergue todo lo que quieres, se un buen niño y cumplirás todo lo que has querido durante tu vida. Protéjanse...u...uno a-al otro. Lo-Los amo niños

Finalmente, Simone cerró sus ojos y cayó en un profundo sueño. Su cuerpo solo eran huesos y su piel fue absorbida por su propia energía.
En la habitación solo se escuchaban los llantos de los niños, las suplicas de su regreso, pero ya no había vuelta atrás. Simone había fallecido